domingo, 8 de diciembre de 2013

Lenguaje II

Hoy les voy a hablar sobre como se puede desde dentro de las familias trabajar y favorecer el lenguaje oral en nuestros hijos dentro de las casas.
Ayer les comenté <y es tema de conversación entre los docentes> como cada nueva promoción los niños vienen al colegio con un nivel inferior de lenguaje, de manera que una parte significativa del alumnado de 3 años no tiene un nivel de lenguaje oral suficiente al llegar al centro, cosa que no pasaba hace veinte años. Muchas son las razones que se barajan para explicar el tema, pero en mi opinión la principal de ellas es que hoy en día los niños pequeños pasan mucho menos tiempo con sus padres y en consecuencia tienen muchas menos oportunidades de hablar con ellos y, a hablar se aprende hablando, con lo cual hemos de aprovechar todas las oportunidades que tengamos para ello, y por ahí va mi propuesta de hoy.
Si los niños de hoy tienen aula matinal, colegio, comedor y parque, después llegan a casa y el baño, la cena y la cama, ¿Cuándo tienen tiempo de hablar con sus padres? A veces también el niño dedica tiempo a la televisión y a los videojuegos, y eso también lo pierde en oportunidades de conversar; antiguamente en todas las familias había tiempo de tertulia en los que los padres contaban experiencias de su vida a los hijos que iban así aprendiendo las vivencias y valores de sus padres a la vez que al conversar mejoraban su nivel de lenguaje y se hacían más competentes. Yo mismo recuerdo como mis abuelos y mis padres hicieron eso conmigo de pequeño y son unas vivencias tan placenteras que no se olvidan nunca. Pero ¿Cuándo tienen las familias hoy en día tiempo para dedicar un par de horas a hablar con sus hijos y contarle las historias de su vida? Quizá, los fines de semana, pero claro, siempre que ese tiempo no lo ocupe la televisión o los videojuegos. No nos damos cuenta, pero hoy en día los niños pequeños <al no hablar con sus padres> están aprendiendo los valores por los que han de regirse en la vida a través de la televisión y los videojuegos y eso, además de ser peligroso les hace que posean una falta de referentes cuando van creciendo que los hace inseguros e infelices. Los padres siempre son y deben ser el principal referente para sus hijos, y para conseguirlo deben hablar con ellos de todas las cosas importantes de la vida, y sin límite de tiempo. Para ello, lo mejor es organizarse.
Mi propuesta para que los niños mejoren su nivel de lenguaje oral es que hablen con los padres, pero no que los padres les hablen a ellos y ellos solo escuchen, sino que se establezcan verdaderas conversaciones en la que los hijos preguntan y los padres <que poseen la experiencia> enseñan.
Para eso hay que organizarse en las casas y buscar todos los días un ratito <puede ser a la hora de la cena si quitamos la televisión y cenamos todos juntos> en el que conversemos de nuestra vida, nuestras rutinas, y nuestra experiencia. También podemos enseñar poesías, adivinanzas, retahílas, refranes y contar cuentos, pero siempre dejando que el niño participe en el cuento y pregunte sobre él.
En definitiva hay muchas maneras, pero si queremos ayudar en casa a que nuestros hijos mejoren su manera de hablar, debemos hablar mucho con ellos, porque igual que un nadador o un atleta mejora con el entrenamiento, a hablar se aprende hablando y no podemos pretender que nuestros hijos aprendan el lenguaje oral solo con su experiencia en el colegio.

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