domingo, 29 de abril de 2012

Actividades con el ábaco en educación infantil (I)

El ábaco es un instrumento milenario que para ayudar en todo tipo de cálculos es un gran apoyo. En educación infantil sus usos son múltiples, y hoy vamos a comenzar a explicar alguno de ellos.
Como impulsor y desarrollo del cálculo mental, el ábaco no tiene precio. Nos puede ayudar a aprender los números, a contar correctamente en cualquier tipo de base, y a organizar nuestros esquemas para impulsar el cálculo sabiendo que contamos con un apoyo visual y manipulativo, que nos va a ofrecer una segunda oportunidad en caso de equivocarnos, y nos va a ayudar a dar con el quid mental que cada tipo de operación necesita.
Así, ya en tres años, podemos aprender a contar hasta 20 con el ábaco al final del primer trimestre; para final del segundo podemos contar hasta 50, y a final del curso debemos ser capaces de contar hasta 100 de uno en uno con ayuda del ábaco. Con el instrumento delante, cantando los números mientras pasamos las bolas por los alambres, conseguiremos adecuar el procedimiento y memorizar la serie.
En cuatro años, es el momento de aprender a contar de dos en dos, uniendo las bolas en grupos de esta cantidad de manera que visualmente se perciban los agrupamientos y pueda aprenderse la sucesión de los mismos. Al final del primer trimestre podemos aprender a contar hasta 100 siguiendo este sistema. En un segundo trimestre aprenderíamos siguiendo el mismo procedimiento a contar de 3 en 3 hasta 99, y de 4 en 4 hasta 100 en el tercero.
En 5 años aprenderíamos a contar de 5 en 5 hasta 100, de 6 en 6  hasta 96, de 7 en 7 hasta 98, de 8 en 8 hasta 96, de 9 en 9 hasta 99 y de 10 en 10 hasta 100. Para manejar el ábaco con estas cantidades mayores, usaremos indistintamente el agrupamiento vertical y el horizontal cuando no nos queden suficientes bolas para proseguir los agrupamientos, hasta conseguir todos los grupos posibles. Así, si unimos cantidades de seis en seis, lo haremos al principio en vertical hasta llegar a sesenta, y después continuaremos en horizontal con otros cuatro agrupamientos hasta llegar a 84. Las 16 bolas que nos quedan las agrupamos de seis en seis, horizontalmente <hay que coger bolas de dos alambres diferentes> y las unimos a la serie hasta obtener 96, que es cuando observamos que no podemos obtener ningún grupo más de seis bolas.
Estos ejercicios, además de estimular el cálculo mental, acostumbran a la mente a números poco utilizados, a esperarlos en su orden, y a agrupar cantidades siguiendo un criterio concreto con ayuda del instrumento. Cuando utilizamos regularmente el ábaco en este tipo de ejercicios, llega un momento en el que el alumnado es capaz de anticipar mentalmente los resultados y consigue hacer los agrupamientos sin ayuda del instrumento, con lo cual estamos logrando el objetivo de fomentar el cálculo mental. Pero, repito, es muy importante la repetición y regularidad en estos ejercicios para que la mente se acostumbre a anticipar los resultados; si lo hacemos esporádicamente, no podremos conseguirlo.
En siguientes entradas comentaremos como puede estimular el desarrollo de las operaciones básicas en educación infantil, el uso continuado de un ábaco en el aula.

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