viernes, 6 de enero de 2012

Nuevos juegos populares:
Tengo el empeño de traer a este blog los juegos populares de mi niñez, empezando por los más adecuados para iniciarse en la etapa de infantil y continuando con aquellos que requieren jugadores de más edad. Hoy voy a traer tres juegos que pueden empezar a jugarse con cuatro años, que alcanzan su madurez a los cinco y su máximo desarrollo a los seis y siete años. Son juegos que, en su origen los jugaban los varones, pero que son aptos para todo tipo de jugadores.
La fruta:
Juego para cinco o seis jugadores, con una madre que se elige por sorteo y que es la que dirige el juego, pudiendo reemplazarse cada cierto tiempo. La madre permanece sentada enfrente del resto de jugadores
que han de agarrar una cuerda con una de sus manos. La madre describe sin nombrar, una fruta por sus características y, los otros jugadores van respondiendo por turnos hasta que uno de ellos acierta; en ese momento, sueltan la cuerda y salen todos a correr perseguidos por el jugador acertante que, por el hecho de acertar tiene potestad para golpear con su mano, en la espalda, al resto de jugadores si es que consigue alcanzarlos. La persecución cesa cuando la madre pronuncia las palabras
"richi toma, richi toma" que hace regresar a los jugadores al punto de partida, agarrar la cuerda y comenzar de nuevo.
El juego puede continuarse durante mucho tiempo, ya que pueden adivinarse muchas categorías de objetos, no solo frutas.
Quién logre acertar tres veces seguidas, o cinco alternas se gana el derecho a ser madre y dirigir el juego.

El escondite del cromo:
Es un juego muy parecido al anterior, pero con algunas variantes: aquí no hay madre, sino que por sorteo <otro día pondré ejemplos de las formas de sortear que tienen los niños> un jugador gana el derecho a esconder un cromo significativo dentro del recinto de juego que, ha de ser lo suficientemente grande para tener muchos escondrijos. El ocultador tiene tiempo hasta que el resto de jugadores cuenta 100 para esconder el cromo < o el objeto que sea, pues cualquier objeto vale mientras no sea peligroso ni inmanejable> y, a partir de entonces los demás deben buscar el objeto a ciegas, guiándose por las indicaciones del ocultador que serán de este estilo: "frío, como el agua del río" , "Caliente, como el agua de la fuente" y, cuando alguien está muy cerca del objeto, "Se quema".
Cuando alguien encuentra el objeto, tiene potestad para golpear con la mano en la espalda de los demás jugadores, incluida la del ocultador, hasta que estos llegan a un lugar acotado llamado "casa", que es el mismo donde cuentan mientras el ganador esconde el objeto, pues el premio a encontrarlo es la posibilidad de esconderlo en el juego siguiente.
El juego transcurre así, hasta que todos han escondido el objeto o se aburren.

Sobre cuantas:
Este juego requiere la formación de dos equipos, cada uno de ellos compuesto de entre tres y cinco jugadores, con un líder en cada equipo. Los capitanes "echan suertes" y eligen cada uno a su equipo y, por último, sortean que equipo gana el primer juego y que equipo "pica".
A continuación comienza el juego que consiste en lo siguiente: El equipo ganador se sube en la espalda del perdedor, cada jugador en uno del otro equipo y el líder encima del líder contrario. El líder tapa los ojos del jugador contrario y le dice "sobre cuantas", mientras que con la otra mano extiende de uno a cinco dedos, a su elección. El otro contesta "sobre ..." eligiendo una cantidad; si acierta, el equipo perdedor pasa a ganador y serán ellos quienes ahora se subirán encima y pondrán la cantidad, y si no aciertan vuelven a repetir el juego hasta que lo hagan, con la particularidad que el líder del equipo ganador se subirá cada vez en un jugador distinto del equipo que pierde, hasta que haya preguntado a todos. Si después de eso, aún no han adivinado la cantidad, se empieza de nuevo y, ahora es otro líder distinto del equipo ganador quién pone la cantidad.
Este juego, al ser de equipo y con reglas muy estrictas, es el menos indicado para educación infantil, <al menos para cuatro años> de los que aquí hemos indicado.
Seguiremos, en este blog, rescatando juegos populares, aunque solo sea para que no se pierdan en el olvido, ya que los niños de hoy no encuentran gusto en este tipo de juegos, porque no controlan ni dominan la calle y, para disfrutar de estos juegos hay que controlar la calle y disfrutar de la misma, lo cual hoy en día, en las ciudades, es una quimera.

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