domingo, 4 de diciembre de 2011

Juegos populares aptos para infantil:
Los juegos de reglas son muy adecuados para la descentración del alumnado de infantil y su desarrollo social. Entre ellos, los juegos populares son especialmente adecuados para desarrollar en el entorno del patio, o en zonas al aire libre. Traigo ahora dos de ellos, que aprendí yo de pequeño, y que pueden jugarse a partir de los 5 años.
La aceitera: Este juego necesita una madre que dirige, un reo que pena y cinco o seis jugadores más que ejecutan las órdenes de la madre.
La madre se sienta en un poyete con el reo agachado sobre ella y el resto de jugadores cumplen las indicaciones de la madre sobre la espalda del reo.
Las indicaciones son, por este orden: aceitera, vinagrera, trascorral, que consisten en un palmetazo, no muy fuerte, sobre la espalda del reo. Amagar y no dar, dar sin reír y dar sin hablar, consisten exactamente en hacer lo que indica la orden, cuyo incumplimiento acarrea la posición de reo para el infractor. La última orden es "un pellizquito en el culo y echar a volar", a raíz del cual los jugadores echan a correr, perseguidos por el reo, que sale tras ellos cuando escucha las palabras de la madre que son estas: "Que va, mi gavilán, con cuatro uñas de gato, como no me traigas "chicha", las orejas te las arranco".
La persecución dura hasta que la madre llama a los jugadores con la fórmula: "Ovejitas al redil, que la noche se va a venir". Si el reo atrapa algún jugador, éste pasará a la posición de reo y, si no, el reo seguirá en su puesto hasta que atrape un jugador o este cometa una infracción.
La malla: Es una variante del juego del escondite que consiste en que quién busca a los demás tiene una piedra medianamente grande al lado llamada "la malla" que hay que utilizar cuando descubre algún jugador escondido, levantándola y diciendo: "Alzo la malla por..." A partir de ese momento el jugador descubierto deja de jugar y si es el primero, se la quedará en la ronda siguiente, si el "mallero" lograr descubrir a todos los ocultos. Pero ocurre que todo jugador puede levantar la malla, y esta ha de permanecer en el sitio de cuenta, aunque el buscador se mueva en distintas direcciones para buscar a los otros. Si un jugador consigue burlar la vigilancia del buscador y llegar hasta la malla, puede cogerla y levantarla y, entonces, tiene dos opciones: salvarse a si mismo: "Alzo la malla por mí" o salvar a todos los compañeros: "Alzo la malla por mí y por todos mis compañeros". En el primer caso, queda el jugador salvado y el juego continúa, y en el segundo caso, finaliza el juego y tiene que volver a contar el mismo buscador.

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